

Descripción
En "Reflejos Serenos", Salvatore logra transmitir una sensación de paz que trasciende la imagen visual. En el centro del cuadro, un bote blanco descansa sin perturbaciones sobre las aguas cristalinas de un lago, su imagen reflejada con perfección en el espejo líquido. La ausencia de movimientos en el agua permite que los reflejos sean nítidos y detallados, creando una escena que parece suspendida en el tiempo. La paleta de colores suaves, dominada por tonos azules y verdes, acentúa la serenidad del entorno, mientras que el cielo despejado se duplica en la superficie del lago, ampliando la sensación de tranquilidad.
La obra invita a la contemplación y a sumergirse en la quietud del paisaje. La simetría perfecta entre el bote y su reflejo sugiere una armonía intrínseca en la relación entre la naturaleza y la creación humana. La calma del lago se convierte en un espejo de la calma interior, recordándonos la importancia de encontrar momentos de paz y reflexión en medio del ajetreo cotidiano. "Reflejos Serenos" no solo celebra la belleza estética de un lago tranquilo, sino que también sirve como una ventana hacia la serenidad que puede hallarse al contemplar la propia imagen reflejada en la tranquilidad de la naturaleza.
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